Desinsectación

Los artrópodos (especialmente insectos, arácnidos, etc.) pueden llegar a ser un riesgo potencial para la salud pública, pudiendo originar un variado espectro de afecciones infecciosas, tóxicas y alérgicas, y constituir un foco de contaminación de alimentos, además de deteriorar los materiales y mercancías y de producir molestias diversas.

Asimismo, la globalización (desplazamiento de personas y mercancías) puede favorecer la introducción de nuevos riesgos y de especies de animales, no autóctonos en nuestro entorno, circunstancia que requiere la toma de medidas en materia de prevención y control.

En consecuencia, la existencia de un Plan de prevención y control de artrópodos (generalmente denominado Plan de Desinsectación) es esencial para garantizar la calidad en los ambientes interiores.

En este contexto, asumiendo que el uso exclusivo de insecticidas como único medio de control no sólo no es eficiente, sino que, además, implica riesgos inherentes para la salud pública y medioambiental, se hace necesaria la implantación del Plan de Desinsectación regido bajo los principios básicos del Control Integrado de Plagas.

Las principales plagas: Termitas, carcoma, cucaracha alemana (Blattella germanica), cucaracha oriental (Blatta orientalis), cucaracha americana (Periplaneta americana), hormigas, avispas, procesionaria del pino, chinches.